Para dejar las llantas relucientes necesitas: esponja, jabón o limpiador químico, manguera y varios baldes (uno con el producto de limpieza, otro para enjuagar y otro para aclarar y retirar residuos del producto y suciedad) y una gamuza para secar. Ante la variedad de productos que hay en el mercado, guíate por el menos ácido; la acidez puede provocar que las llantas pierdan brillo o color. Procede a mojar las llantas para retirar el sucio superficial y frota con la esponja humedecida; utiliza un limpiador químico para manchas más resistentes y retira con agua limpia. Si es necesario, utiliza algo de jabón para eliminar restos del producto.